Perdón Madre Tierra por las veces que te agredí sin darme cuenta, por desperdiciar tu agua, hacer basura innecesaria por mi consumismo. Cuan alienante es vivir en una ciudad donde no siento tu sostén, viviendo en las alturas. Donde tener un poquito de verde es un lujo. Como no haber enfermado, si me olvidé que soy parte de ti y tú de mí.
Vivía en una caja de cristal muy bonita, con mucha ansiedad y constantemente pensando hay algo que no está bien. Según los estándares sociales, lo tenía todo. Aun así, en tu ausencia, madre naturaleza, me sentía vacía y sin propósito. Simplemente como un animal en un zoológico, desgarrado de del seno de la naturaleza.
Al volver a consumir frutas y vegetales crudos, el alimento natural para el ser humano, volví a sentir tu llamado claro y fuerte. Siempre estuvo ahí, pero te ignoré cuando me decías “Regresa a mi hija”. Te hice caso y decidí dejarlo todo y volver a ti, madre Naturaleza. A volver a sentir la tierra bajo mis pies, oler tus flores, sanar con tus hierbas y nutrirme de tus néctares, las frutas. Me amigué con animales y los insectos, con la tierra bajo mis uñas, comencé a cultivar mi alimento y recibí así tanta abundancia multiplicada.
Gracias madre naturaleza, por regresarme a la existencia, cuando estaba muerte en vida. Siento un profundo agradecimiento hacia ti. Porque al estar en coherencia contigo, volvió la salud a mí. Aun sigo aprendiendo como conectar más contigo, respetarte y aprender de ti. También sigo desaprendiendo, descolonizadonme, descivilizandome, volviendo a ser más animal y más humana.
Un abrazo humano,
Lu Del Mar
PD: hoy es el último día para el detox grupal 10 de marzo, Activa tu poder biológico. Vamos a reconectar con la naturaleza y nuestro propio poder.