En 2021 conocí a Lu y sus acompañamientos y decidí sumarme a la desintoxicación para darle un descanso a mi cuerpo y regenerarlo desde adentro. Hice un detox de 21 días a base de alimentos crudos e infusiones, durante esas semanas sentí energía, creatividad, liviana y con mucha claridad mental. Me enfoqué en mis emociones, pensamientos, medité, escribí y transité con calma el proceso. Aprendí muchísimo🧡

Este proceso trajo a mí mucha claridad mental y enfoque, calma y entendimiento en lo emocional y por supuesto una mejoría física excepcional. El acompañamiento desde el amor marca una diferencia enorme en el avance que uno logra. Desapareció mi a inflamación ocasional de articulaciones en las manos, también perdí peso, y mi intestino y abdomen se desinflamaron de manera notable.

Antes de comenzar el detox, a nivel físico tenía bochornos y mucho movimiento hormonal y emocional, porque estoy en proceso de menopausia y tomaba medicación para calmarlos y para cortar mis períodos. Con este detox, encontré una mayor claridad en mi, lo que me ayudó a pasar los síntomas de la menopausia de manera más sabia, y logré ya no tomar más la medicación. Gracias por el apoyo y todo lo aprendido.

Comer todo crudo y el 90% frutas fue, sorprendentemente, muy fácil para mí. Mi cuerpo me pedía todo el tiempo esos alimentos (no tuve ningún antojo). Sufrí dos crisis curativas y Lu y Ame, su asistente, al instante supieron guiarme. Nunca tuve tanta energía como esos días. Cero cansancio, hinchazón y malestar, emocionalmente, trabajé un montón de cosas que antes pasaba por alto. Logré crear nuevos hábitos saludables.

Ya tenía años buscando este camino, la guía y estar lista para hacerlo un hábito de vida, ya venía hace meses haciendo cambios. Conocí a Querido Detox y descubrí la diferencia entre el hambre emocional, y el hambre físico. Logré distinguir recuerdos de toda mi vida asociados a ciertos alimentos, me hice consciente del daño que me hacía. Estoy feliz y eternamente agradecida por la oportunidad que me permití a mí misma.

¡Los problemas con mi sistema digestivo quedaron fuera por completo! Me siento más ligera, con más energía, con piel más limpia y un sueño reparador. Aprendí a escuchar a mi cuerpo, a disfrutar los sabores de las frutas y las verduras; a transmutar esa hambre emocional, a equilibrar mis pensamientos y mis sentimientos con mis acciones. Abracé nuevamente mi fortaleza y amor propio para mi evolución. Me siento muy contenta y agradecida.